En una enriquecedora conversación, M. Cecilia Pérez, especialista en comunicación aumentativa y alternativa con tecnologías, compartió su inspirador recorrido personal y profesional. Desde sus comienzos como psicomotricista hasta convertirse en una referente en la inclusión y el uso de tecnologías para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, su historia es un ejemplo de pasión y compromiso.
Cecilia Pérez es psicomotricista y especialista en Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA) con más de 30 años de experiencia en inclusión y discapacidad. Fundadora de Casagrande y CAAminos , lidera iniciativas que combinan educación, terapias y tecnología para mejorar la calidad de vida de personas con desafíos en la comunicación.
Con formación en instituciones como la Universidad de Castilla-La Mancha, España, se destaca por su enfoque innovador en la alfabetización y la comunicación. Es reconocida internacionalmente y ha representado a la Argentina en congresos de CAA y discapacidad en México y Paraguay.
Ha capacitado a familias y profesionales en Latinoamérica, promoviendo la implementación de sistemas personalizados de comunicación que respetan la individualidad de cada persona. Cecilia transforma vidas, subrayando que la comunicación es un derecho esencial y una puerta hacia la inclusión.
Cecilia nació en Córdoba, donde estudió psicomotricidad, y a los 21 años se mudó a Resistencia, Chaco. Desde el inicio de su carrera, trabajó en estimulación temprana y servicios para personas con discapacidad. Este camino la llevó a roles de gestión y, eventualmente, a fundar instituciones que reflejan su visión: un abordaje centrado en la persona y en sus valores.
En 1999, fundó su primera institución, pero fue en Casagrande, creada en 2014, donde consolidó su filosofía. Este espacio busca empoderar a personas con discapacidad y fomentar su autonomía a través de herramientas tecnológicas y educativas.
Unos años más tarde, en CAAminos, pudo plasmar en profundidad su vocación por la comunicación aumentativa alternativa y generar nuevos puentes de inclusión
En 2024, lideró el 1º Tour de la CAA, un proyecto que abarcó 2.000kms., desde Asunción (Paraguay), hasta Resistencia, Chaco, Córdoba y Buenos Aires (Argentina). Esta hazaña consolidó su liderazgo en el campo, con más de 2.000 profesionales, familias y usuarios compartiendo experiencias y aprendizajes.
Desde esta premisa, explica cómo cada persona tiene su manera única de expresarse y cómo la comunicación aumentativa no se limita a ser un sistema de apoyo, sino un facilitador para alcanzar metas más amplias como la alfabetización y la autonomía personal.
La CAA, explica Cecilia, es un conjunto de métodos, herramientas y tecnologías diseñadas para facilitar la comunicación de personas que tienen dificultades para hablar o no hablan.
“Hay un mito de que las personas que no hablan no se comunican, pero todos los seres humanos nos comunicamos de alguna forma, ya sea a través de gestos, señales, pictogramas o dispositivos tecnológicos”
Este enfoque no solo permite expresar deseos y necesidades, sino también fomentar la autonomía y participación en la sociedad.
Uno de los principales objetivos de Cecilia es visibilizar cómo la CAA puede transformarse en un puente hacia la alfabetización. Durante su carrera, observó una preocupante falta de herramientas para alfabetizar a estudiantes con discapacidades complejas. “¿Cómo es posible que no alfabeticemos a nuestros alumnos?”, se pregunta.
En sus investigaciones y capacitaciones, identificó que las herramientas tradicionales eran insuficientes para estas poblaciones. Por ello, implementó modelos personalizados que integran la comunicación aumentativa como paso previo a aprender a leer y escribir.
Cecilia subraya que el uso de sistemas como pictogramas, pulsadores y dispositivos de tecnología asistiva permite que las personas puedan acceder al aprendizaje en condiciones de igualdad. Además, destaca la importancia de involucrar a las familias en este proceso:
“Si no hay familia dispuesta y comprometida, no hay comunicación efectiva. El comunicador no es una terapia; es una herramienta que debe usarse todo el tiempo y en todos los contextos”.
Cecilia enfatiza la necesidad de herramientas adaptadas y personalizadas: “El dispositivo debe ajustarse a la persona, no al revés,” afirma. Desde el mobiliario hasta los comunicadores personalizados, su enfoque pone a la persona en el centro.
Un ejemplo conmovedor es el de un joven con parálisis cerebral que inicialmente rechazó usar un comunicador visual, expresando su deseo de hablar como los demás. “Fue un mazazo,” admite Cecilia, “pero entendí que su elección también era parte de su autonomía.”
La comodidad y accesibilidad son fundamentales para que estas herramientas sean verdaderamente efectivas.
Hace foco en la importancia de personalizar cada herramienta: los comunicadores deben reflejar el mundo de la persona que los utiliza. Desde incluir nombres de familiares y amigos hasta lugares favoritos, la personalización es clave para que la comunicación sea efectiva y significativa.
Uno de los pilares de la filosofía de Cecilia es que los comunicadores no son estáticos; deben crecer junto con la persona que los usa.
“Las oportunidades de comunicación que el día a día nos da, son infinitas, y un comunicador bien usado es un comunicador que lo único que hace es crecer”, afirma.
Desde incorporar palabras nuevas aprendidas en contextos cotidianos hasta adaptar celdas y funciones según las necesidades cambiantes de la persona. Resulta clave mantener el comunicador actualizado y relevante. Esto no solo potencia la comunicación efectiva, sino que también refuerza la conexión entre el usuario y su entorno, fomentando su autonomía y participación activa.
La comunicación aumentativa no solo facilita el intercambio de información, sino que otorga dignidad y autonomía a quienes la utilizan. Destaca que el uso de estos sistemas puede cambiar radicalmente la calidad de vida de las personas al permitirles expresar deseos, necesidades y opiniones con mayor claridad y precisión.
La comodidad y la postura adecuada son aspectos cruciales para garantizar la efectividad en el uso de herramientas de CAA. Cecilia enfatiza que la energía de las personas debe concentrarse en comunicarse, no en lidiar con barreras físicas o incomodidades.
“Si una persona está incómoda, con una postura inadecuada, ese esfuerzo adicional puede afectar su capacidad para utilizar correctamente un comunicador”, señala.
En Casagrande, la institución que Cecilia dirige, se han adquirido múltiples mesas inclusivas Robbina, otro claro ejemplo del compromiso que tienen con ofrecer recursos que potencien las capacidades de las personas.
Las Mesas Robbina, diseñadas para adaptarse a las necesidades ergonómicas de cada usuario, complementan las herramientas de CAA, asegurando que cada interacción sea lo más eficiente y cómoda posible.
En los últimos años, Cecilia también emprendió un viaje de autoconocimiento que culminó con su diagnóstico de autismo. Este descubrimiento fue una revelación que le permitió comprender mejor su propia experiencia y conectar de manera más profunda con las personas que acompaña.
“Entender mi propio autismo me ayudó a validar muchas de las cosas que sentía y a empatizar aún más con las personas neurodivergentes”, reflexiona.
Cecilia Pérez es reconocida no solo por su trabajo en instituciones, sino también por su rol como referente en Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA) en Argentina y América Latina.
Su compromiso la ha llevado a liderar talleres, seminarios y conferencias en los que comparte sus conocimientos con profesionales, docentes y familias. Estas instancias formativas, realizadas tanto de manera presencial como virtual, se caracterizan por su enfoque práctico y accesible, ofreciendo herramientas concretas que empoderan a los asistentes.
“Mi objetivo siempre es que quienes participan de estas capacitaciones salgan no solo con ideas, sino con recursos reales para implementar de inmediato”, asegura Cecilia.
Su impacto como oradora ha dejado huella en eventos nacionales e internacionales, consolidándola como una voz clave en la promoción de la inclusión, la comunicación y el respeto por la diversidad.
En este 2024, su sueño de ser profeta en su tierra se hizo realidad al liderar el 1º Tour de la Comunicación Aumentativa Alternativa, y al capacitar a miles de personas en Argentina.
Tras un año de logros, Cecilia se prepara para un 2025 lleno de nuevos proyectos y, en lo personal, para disfrutar de su reciente rol de abuela.
Aunque planea reducir sus viajes internacionales, continuará acompañando a familias y formando profesionales, porque, como ella misma dice:
“la comunicación es un camino constante que no tiene fin”.
Con más de 30 años de experiencia, Cecilia Pérez sigue liderando un movimiento que coloca a la comunicación como un derecho fundamental y a la tecnología como una aliada indispensable para la igualdad. Su legado es un recordatorio de que, con compromiso y empoderamiento, es posible construir un mundo más inclusivo para todos.
Muchas gracias por leernos!
Nos vemos en la próxima edición de RobbiNotas.