“Soy licenciada en Comunicación, pero también soy una persona con discapacidad. Todo lo que hago parte desde mi experiencia en primera persona”, explica Daniela Aza, con la calidez que la caracteriza. A sus 40 años, se ha consolidado como una de las voces más destacadas en el ámbito de la inclusión y la diversidad, impulsando el cambio desde las redes sociales y más allá. Su camino profesional y personal la han llevado a transformar la manera en que muchas personas perciben la discapacidad, dejando claro que su trabajo no solo visibiliza, sino que inspira y educa.
Dani comenzó hace casi siete años compartiendo sus vivencias en Instagram, “a pulmón”, como ella misma dice, relatando las barreras y los desafíos que enfrentaba. Lo que inició como un espacio de inclusión, hoy se ha convertido en algo mucho más grande. “Hablo de resiliencia, de ser fuerte frente a la adversidad, de valores que no siempre son fáciles de encontrar. La base sigue siendo la inclusión, pero el mensaje trasciende.” Con ese propósito, Dani logró impactar a miles de personas, llevando su voz a diferentes plataformas y siendo reconocida como una personalidad destacada en diversos espacios.
Licenciada en Comunicación por la Universidad de Buenos Aires, Daniela Aza es una destacada referente en discapacidad, diversidad e inclusión. Reconocida por su capacidad para inspirar, educar y transformar, ha sido galardonada con premios como el Bienal Alpi (2019) y la distinción RSC Comunicativa Influencer del Año (2022). Fue declarada de Interés por los Derechos de las Personas con Discapacidad por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires (2021) y premiada en la categoría “Comunicación y Salud” por la Universidad ISALUD (2023)
Como asesora, conferencista y creadora de contenido, Dani lleva su experiencia a empresas, organizaciones y medios. Su enfoque único combina resiliencia y educación en diversidad, destacándose por su presencia en redes sociales y en publicaciones como Revista OHLALÁ. Elegida por Voces Vitales para el Programa de Mentoreo para Mujeres Líderes del Cono Sur (2018), Daniela continúa inspirando a través de charlas, talleres y una narrativa que invita a abrazar las diferencias y construir una sociedad más inclusiva.
Desde pequeña, Dani tuvo una vocación innata por comunicar.
“Siempre fui comunicadora, incluso antes de saber que quería estudiar esto. Me encerraba a jugar a la radio o explicaba lo que me pasaba a mis compañeros”.
Cuando decidió estudiar Comunicación en la UBA, no había redes sociales ni espacios como los de hoy, pero ya analizaba su realidad a través del lente de la inclusión.
“Todo lo que aprendía en la carrera lo llevaba a mi realidad: hablábamos de estereotipos y yo pensaba en los de la discapacidad.. Aún no tenía claro que ese iba a ser mi camino profesional, pero siempre estuvo presente”.
Esa formación, sumada a su experiencia personal, le permitió crear un discurso genuino, empático y poderoso que hoy resuena en miles de personas. Dani no es ajena a las dificultades. Las redes sociales, que han sido su gran aliada, también son un espacio hostil.
“Me preguntan mucho cómo hago para responder con paciencia a los comentarios malintencionados. Yo creo que es clave contestar, no esconder. Respondo con calma, pero también con firmeza, porque las personas con discapacidad tenemos voz y es importante usarla”.
Esa templanza ha motivado a muchas otras personas con discapacidad a alzar su voz y reclamar sus derechos.
Daniela no duda en destacar el papel clave de su entorno en su vida.
“Tuve el privilegio de una familia presente que cultivó mi autoestima y, ahora, un marido que es mi ‘colchón’ emocional. Johnny está siempre ahí, acompañándome en todo momento”.
Si algo deja claro en reiteradas ocasiones, es que nadie puede avanzar solo:
“Mi familia ha sido mi pilar en cada momento de mi vida. Sin ellos, no podría haber llegado a donde estoy hoy”
Este apoyo ha sido principalmente emocional, brindándole contención y motivación constante. Dani destaca la importancia de rodearse de personas que validen, acompañen y respeten los procesos individuales.
Su historia de vida la refleja con autenticidad en las redes sociales:
“Lo que ven en las redes es lo que somos. La gente me dice: ‘Sos igual que en Instagram’, y me encanta que sea así. Vivimos en un mundo donde se idealiza todo, y yo prefiero mostrarme real”.
El rol de madre es un capítulo reciente y emocionante en su vida:
“Lucas, o ‘Luqui’, como le decimos, fue muy deseado. Hicimos tratamiento de fertilidad y fue un camino largo, pero valió cada esfuerzo”.
Desde su embarazo, Dani compartió cada etapa con su comunidad en las redes, convirtiéndose en un ejemplo vivo de que la maternidad desde la diversidad es posible. La maternidad también le ha enseñado a reinventarse:
“Te transforma. Estoy aprendiendo a conocerme en este rol. Es desafiante, pero hermoso. Cada día me demuestra que los sueños se cumplen”.
Johnny, su esposo, es también su gran apoyo y compañero:
“Me valida todo el tiempo como mamá. Tener ese entorno que te habilita y acompaña hace toda la diferencia”.
Y ese respaldo también se refleja en pequeños gestos diarios.
“Somos un equipo. Nos atajamos mutuamente porque los dos tenemos días buenos y malos, como cualquier pareja”, dice entre risas.
La maternidad también le ha mostrado a Dani las barreras que persisten en el diseño de productos y entornos.
“Nada está pensado para mamás con discapacidad. Desde las cunas hasta los cochecitos, todo representa un desafío”, afirma.
También se refiere a las dificultades en los espacios públicos.
“Las veredas, el transporte, las plazas, todo está lleno de barreras. Es como si las mamás con discapacidad no existiéramos”.
Dani insiste en la necesidad de aplicar el diseño universal
“Es hora de dejar de pensar en personas ‘normales’ y empezar a diseñar para todas las personas. Si no trabajamos en esto, seguimos perpetuando exclusiones”.
Para Daniela Aza, el diseño universal no es solo una cuestión de accesibilidad, sino una herramienta clave para construir una sociedad verdaderamente inclusiva. Dani también utiliza sus redes sociales como una herramienta para amplificar proyectos que promueven la inclusión.
A lo largo de los años, ha compartido iniciativas que le resultan innovadoras y que contribuyen a derribar barreras en distintos ámbitos. En este contexto, agradecemos inmensamente un reel que armó sobre Robbina, destacando su enfoque en el diseño universal y su impacto en la accesibilidad escolar.
“Robbina se dedica a ofrecer mesas de trabajo para permitir, sobre todo, a las personas en silla de ruedas trabajar de manera confortable e independiente en la escuela”
Para Dani, este tipo de desarrollos no solo mejoran la calidad de vida de quienes los utilizan, sino que comunican la importancia de que la accesibilidad se implemente desde el inicio de un proyecto y no como una adaptación tardía.
“Mi sueño es que, cuando Lucky crezca, viva en un mundo que abrace las diferencias. Que la diversidad sea algo que se vea, no solo en casa, sino también en la sociedad”.
Dani cree firmemente que debemos dejar de hablar de inclusión para pasar a hablar de convivencia.
“Todos somos diferentes, pero iguales en derechos. Merecemos las mismas oportunidades para educarnos, trabajar y vivir plenamente”.
Para ella, el cambio comienza con pequeñas acciones.
“Cada uno tiene una responsabilidad. Las personas con discapacidad debemos contagiar valores y los demás deben asumir su parte. La inclusión no es un favor, es un derecho”.
“Ser inclusivo es una responsabilidad de todos, porque la discapacidad no es una realidad ajena. Nos puede tocar a cualquiera en cualquier momento”, reflexiona Dani.
Con su ejemplo, busca demostrar que un mundo más empático, diverso y accesible es posible.
Hoy, Dani sueña con un futuro donde la discapacidad no sea un obstáculo, sino una forma más de ser y estar en el mundo. Y, con su voz y acción, ya está ayudando a construirlo.
Sitio web: https://daniaza.com/
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/daniaza/
Instagram: https://www.instagram.com/shinebrightamc/
Muchas gracias por leernos!
Nos vemos en la próxima edición de RobbiNotas.